Pero debo apresurarme que el tiempo es bufón de los días grises y no espera por un amor cuando llueve, y dicen también, que cada día es una nueva oportunidad, que la soledad es un invento y que las resacas atraen vivos a los recuerdos cuando no queda nada por qué luchar. Pero me duele el alma, y me acuerdo de tus pasos, miro tus fotos, leo un diario.
Escribo cartas que ya no oigo, sueño despierto y miento para sentirme mejor.
Persigo tu sombra, saboreo colores, amo las tardes. Pinto tu cuerpo, escondo tu aliento, y acaricio tu figura entre las sombras de mi habitación. Demasiado ego, para tan poco rencor.
"Demasiado tarde" me dijiste, cerraste la puerta, y aquí el sol, jamás brilló.